Cantera "Las Pedrazas" Arroes
La cantera de piedra caliza, fundada en 1920 y 1930 por Cefero Álvarez Friera, fue mucho más que un simple negocio. Al casarse con María Jesús Álvarez-Lezcano González-Matínez, hija de Cefero, Julio Díaz Batián no solo se unió una familia, sino a proyecto de vida. Al tomar las riendas de la cantera, Julio continuó con la tradición familiar, y consolidó el negocio, manteniéndolo activo hasta 1965.
Fue un motor económico importante durante varias décadas. Proporcionó empleo a varios trabajadores, y contribuyó al desarrollo de infraestructuras clave como carreteras y edificios públicos. Además, la piedra extraída se convirtió en un elemento característico de la arquitectura local siendo un pilar de la comunidad, y un legado familiar que perduró durante décadas.
En 1935, la cantera de piedra caliza tenía gran actividad. Un equipo de quince obreros, con la ayuda de la dinamita que se la enviaban en el ALSA desde la armería Marino Ruíz del Valle de Avilés, extraía la piedra que luego se utilizaría en proyectos tan importantes como la Universidad Laboral, el puerto del Musel y las carreteras de Llovio, Lastres o Gijón entre otras.
Julio comenta que fue la primera cantera que hubo en Asturias, ya que hay unos trecientos años que existe.
Como curiosidad cuenta que hacía los agujeros a mano con una barra de hierro para meter la dinamita, tardaba unas cuatro horas en taladrar un metro de profundidad. Había ocho camiones transportando piedra día y noche en los años 60, época en la que hubo mayor actividad.
Su piedra era un material esencial para la construcción de la época, y su calidad y abundancia la convirtieron en un recurso muy valioso.
La cantera no solo fue un lugar de trabajo, sino también un lugar de refugio. Durante la guerra muchas personas se escondieron allí buscando protección y seguridad. Este hecho demuestra su importancia no solo como fuente de recursos sino también como lugar con significado histórico y social.
En definitiva, su historia nos habla de esfuerzo, perseverancia y tradición familiar.
Es un testimonio del pasado industrial de la zona, y un importante patrimonio histórico de nuestro pueblo.
En la actualidad es una finca familiar privada.
En las fotos del año 1957 aparecen Fernando Solís, Amado, Javier Díaz y José Manuel Buznego (o su hermano Rafael).